Psicología del color.

 La psicología del color.

 

Los colores y la psicología humana se relacionan casi de manera inconsciente, de forma tácita existe una respuesta emocional o cognitiva de acuerdo a un contexto, la publicidad utiliza toda esta influencia para sus propósitos de llevar un mensaje específico, maneja a las masas de forma sorprendente y pues, también cabe aclarar que es una construcción social, depende de cada cultura.

Está relacionado directamente con el comportamiento humano, la psicología afirma que el color tiene un impacto fuerte sobre el estado de ánimo y mental en cada persona, tiene la capacidad de estimular o generar diferentes tipos de sensación: calma, excitación, tristeza, alegría, alerta... se puede diferenciar por temperaturas, los colores fríos son más relacionados con la serenidad y al contrario, los colores cálidos se ven ligados a la aceleración, la agitación.



 

 Aquí, la importancia de la psicología del color para varias disciplinas, indispensables para el marketing, la arquitectura, el diseño gráfico y de productos y hasta en lo mas común del mundo como combinar la ropa que usamos o remodelar algún espacio.

Cada color tiene su personalidad e influencia para su entorno o propósito.

ROJO: 

POSITIVO: Pasión, fuerza, osadía, excitación, masculinidad.

NEGATIVO: Desafío, agresión, impacto, tensión.

 


 

Amarillo: 

Positivo: felicidad, amistad, optimismo, velocidad, autoestima, amabilidad.

negativo: ansiedad, irracionalidad, fragilidad, miedo.

  

 


Naranja:

positivo: Energía, diversión, calidez, confort, comida.

Negativo: Frustración, privación, inmadurez, frivolidad.



Verde: 

Positivo: Naturaleza, paz, salud, equilibrio, conciencia, armonía.

Negativo: Aburrimiento, enervación, estancación.

 


 Azul:

Positivo: inteligencia, confianza, seguridad, comunicación, lógica, eficiencia, calma.

Negativo: frialdad, distanciamiento, falta emocional.

 


 

 

Morado: 

 

Positivo: Lujo, creatividad, espiritualidad, visión, verdad, autenticidad.

Negativo: introversión, decadencia, supresión.

 


 

 

Negro: 

Positivo: Sofisticación, protección, elegancia, sustancia, glamour.

Negativo: Opresión, frialdad, amenaza, pesadez.

 



Blanco: 

 


Positivo: Virtud, pureza, juventud, limpieza, simplicidad, claridad, sofisticación.

Negativo: Elitismo, antipatía, esterilidad.

  

El color denotativo: Aquí hablamos del color cuando está siendo utilizado como representación de la figura, es decir, incorporado a las imágenes realistas de la fotografía o la ilustración. El color como atributo realista o natural de los objetos o figuras. En el color denotativo podemos distinguir tres categorias: Icónico, saturado y fantasioso, aunque siempre reconociendo la iconicidad de la forma que se presenta.
El color icónico: La expresividad cromática en este caso ejerce una función de aceleración identificadora: la vegetación es verde, los labios rosados y el cielo es azul. El color es un elemento esencial de la imagen realista ya que la forma incolora aporta poca información en el desciframiento inmediato de las imágenes. La adición de un color natural acentúa el efecto de realidad, permitiendo que la identificación sea más rápida. Así el color ejerce una función de realismo que se superpone a la forma de las cosas: una naranja resulta más real si está reproducida en su color natural.
El color saturado: Una segunda variable del color denotativo es el color saturado. Este es un cromatismo exaltado de la realidad, más brillante, más pregnante. Son colores más densos, más puros, más luminosos. El color saturado obedece a la necesidad creada por la fuerte competitividad de las imágenes que nos asedian, donde la exageración de los colores forma parte del triunfo de las imágenes como espectáculo visual de nuestro entorno cotidiano. El mundo resulta más atractivo de esta forma. El cine, la fotografía, la ilustración, la televisión, los carteles, los embalajes… ofrecen una imagen cromática exagerada que crea una euforia colorista.
El color fantasioso: Otro matiz de la denotación cromática realista es el color fantasioso, en el que la fantasía o manipulación nace como una nueva forma expresiva. Por ejemplo las fotografías solarizadas o coloreadas a mano, en las que no se altera la forma, pero sí el color.
De esta forma se crea una ambigüedad entre la figura representada y el color expresivo que se le aplica, creando una fantasía de representación. La forma permanece mientras que el color se altera, hasta tal punto que en ocasiones la forma queda semioculta tras la plenitud cromática.
El color connotativo: La connotación es la acción de factores no descriptivos, sino precisamente psicológicos, simbólicos o estéticos, que suscitan un cierto clima y corresponden a amplias subjetividades. Es un componente estético que afecta a las sutilezas perceptivas de la sensibilidad.

 

¿Qué es el color connotativo?

El color connotativo pareciera un término complejo al ser escuchado por primera vez, pero la verdad es otra, el significado exacto es lo que todos pensamos la primera vez al pensar en la palabra “connotativo” como “significado secundario o no directo relacionado”, pero está vez enfocado en el tema estético de la ilustración, fotografía, etc. En pocas palabras, el color connotativo es un componente del color cuyo objetivo es dar percepciones sensitivas, psicológicas, simbólicas o estéticas sin la necesidad de otros. Pero para lograrlo, el espectador debe poner un poco de su parte y tener cierto conocimiento visual pues lo que menos se busca es dar significados realistas y simples, aunque al fin y acabo, esto es subjetivo.


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